Un fin de semana catalán es posible en la capital.
Hace ya un tiempo que le presto mis decisiones al azar y, con algo de suerte, acabé el viernes en la Sala el Sol de Madrid viendo a Refree.
-¿Vais a ir a un concierto en catalán?
-¿Entiendes todo lo que dicen los ingleses? -No siempre.
-¿Los franceses? -No.
-¿Bigott? -No del todo.
-Vale, pues ya está.
El Sol, sala ochentera donde las haya y levantada bajo tierra, hasta allí nos sumergimos en un espacio lleno de caras conocidas: una Rosenvinge que ha pactado con el diablo o la famosa protagonista de los célebres vídeo clips de Love of Lesbian andaban por allí.
Allí estábamos, Estrella Galicia en mano y con un encantador olor a palomitas escuchando muchos de los temas del último disco de Refree, Nova Creu Alta, con buenas canciones como NCA, Orgía, Kikirikí o La Festa que sonaron la noche del viernes.
Refree es el seudónimo de Raül Fernández, el barcelonés fusiona la canción de autor con el pop o el jazz y su proyecto dura ya 10 años.
Acompañado de una banda consolidada y con un concierto de naturaleza íntima, Refree nos mostró en la capital lo que ya muchos sabíamos, que no es necesario entender para recibir las sensaciones.
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