lunes, 16 de marzo de 2015

Con el disfraz de buenos días y a veces, ni eso.

Jueves que pretenden ser una hecatombe pero no pueden.

Jueves que quieren ser bonitos y resultan preciosos.

Si, si (emperatiz), estuve en el Teatro Lara viendo La Bien Querida, ultra sonriente y con una bolsa de chuches en la mano.

Qué bonito el Teatro, qué maravilla de epileptics luces detrás de Ana, qué bien presentando Premeditación, Nocturnidad y Alevosía.

No soy muy de crónicas, no me sientan bien, como los lácteos. No suelo apuntar nada, dejo que mi memoria, esa que vivió el momento, sea capaz de contar algo con cierta relevancia (o no).

La Bien Querida nos ha ido dosificando este último disco a lo largo de meses, ya completo, tiene Música Contemporánea, preparados para cualquier eventualidad, incluso la felicidad.

Tu punto de vista retorcido me tiene dando vueltas como un niño, vueltas y vueltas y vueltas...

Se pedía entre público Disimulando, y cayó. -Hola ¿qué tal?, muy bien ¿y usted?, yo disimulando.

Tuvimos algo de Geometría Existencial y se habló sobre el Origen del Mundo. Me dijiste te quiero, recuerdo dónde y cuándo.

Llegó la oscuridad con Ojalá Estuvieras Muerto y Alta Tensión, de verdad, desgarrador todo.

Ana de blanco, moviéndose bonito y con cierta evocación al torrojismo más ilustrado... llegó el momento de Muero de Amor, que no puede ser mejor, es imposible.

Acabamos todos bailando bakalao a peteción expresa de David con Poderes Extraños.

En fin, La Bien Querida siempre infalible, maravilla e impresiona en directo.

Moraleja: lo bueno pasa rápido y, qué viva en folclore.

                                                   

''Preferiría estar muerta a sentir que esto se apaga. Y es que es prefiero estar muerta a sentir que esto se acaba''.

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